viernes, 7 de marzo de 2014

La belleza de tu voz


Love Your Dum and Mad lo tiene todo, buena melodía, buenas letras y una gran voz. 

Al primer disco de Nadine Shah no le falta nada, suena perfecto desde donde se lo mire. Es que esta joven británica se esforzó a la hora de grabarlo y para ello contó con la producción de Ben Hiller, conocido por producir discos de Depeche Mode, Blur y The Horrors entre otros, y con el que logró una conexión instantánea luego de probar antes con varios productores.

Influenciada por admirables músicos como Marianne Faithfull, PJ Harvey y Nick Cave & The Bad Seeds, logra con su disco llevarnos a distintos mundos y escenarios donde la música es la única reina y todo lo demás pasa relegado a un segundo plano. Distintos tiempos y un tono de voz bastante particular que logra cautivar con las primeras estrofas, hacen que todo el disco sea muy llevadero y agradable al oído. De todos modos, admito que Aching Bones, el tema que da comienzo al disco, puede sonar desde un comienzo a un gran plagio de Angel de Massive Attack por la base de bajo, pero es que esa base es tan perfecta que no solo en Angel queda bien, ya que rápidamente, al escuchar su voz, se logra quitar esa sensación de "robo" y creer que encaja a la perfección. 

Nadine Shah comenzó tocando en pequeños bares, donde escribió la mayoría de sus canciones e impresionó a más de uno con su voz grave y que para muchos era algo así como "muy masculina", pero la dulzura con la que canta y el buen uso de su timbre logró tirar por tierra todo prejuicio y en ello encontró su potencial. Una voz muy particular que podría muy bien recordarnos a Nina Simone o Marianne Faithfull que nunca se caracterizaron por tener una voz suave y "femenina".
Las letras de sus canciones mayormente parten de experiencias personales y no muy alegres o agradables como Dreary Town que no solo fue su primer canción, sino que retrata el suicidio de un amigo cercano muchos años antes, o Floating una canción que se atreve a destapar el tabú que sugieren los temores, vergüenza y secretos de las enfermedades mentales en los jóvenes de una sociedad retorcida e individualista. A mi criterio, Winter Reigns, la canción que cierra el disco, tal vez contenga una de las melodías más tristes y profundas del mismo, pero es donde podemos ver la gran capacidad musical de esta artista y su piano.
El disco también cuenta con un ligero y acertado codeo con el jazz, producto de su experiencia musical en la adolescencia con dos músicos amigos que hicieron que terminara mudándose a Londres en busca de una oportunidad musical dentro del mundo del jazz, pero que luego terminó llevándola, acertadamente, por su propio camino.


Catalogado por muchos como un disco oscuro, Nadine Shah responde a ello con cierta diversión al ver que esto está tan lejos de su verdadera identidad, ya que ella misma se caracteriza por ser bastante positiva.



1 comentario:

conci dijo...

Vamos a escuchar a ver como suena esto.